Palabra cabalística que se escribia en 11 renglones, con una letra menos en cada uno de ellos, de modo que formasen un triángulo, y a la cual se atribuia la propiedad de curar ciertas enfermedades.
Él andaba,
sino dormia,
tenia frio.
El rollo guiaba,
buena fechoria,
al no decir ni pio,
nada pasaba.
Viene el Pato,
a pasar el rato.
Acierta a llegar,
le quieren pegar.
Pesca que no llega,
une al gentio,
estaba en la plaza,
bien antes se abraza,
luego prepara el abalorio,
olvida la pesca.
Alto encima de la piedra.
Camino alto,
a la gran sombra,
localiza al pájaro,
mareado se encumbra,
anda con desparpajo,
rie al palco.
Sin sentido alterna,
ultima su última cena.
Antes iba despacio,
nunca vio espacio,
siempre rio el último,
interés por el timo.
Entró en la droga,
dominó la porra.
Antes estuvo ausente,
desquicio su mente.
(Acróstico)
ABRACADABRANTE MAGIA LITERARIA
Antes era Adam
Bueno carne ahora
Rara especie este pig
Alaba el vuelo del colibri
Cae atontado ante ella
Asquerosa servidumbre viril
Deshace elogios a priori
Aunque alcance gran confort
Busca dulzor en el confite
Rie feliz al despertar
Adquiere tensión en la cama
Nubla el aire al madrugar
Tiene un cigarro iraní
En fin, un egoista.
CATALINA SAYONARA
Cuando te conocí que buena estabas
Aunque con el tiempo perdí la esperanza
Todavia me acuerdo, y vuelvo al hoy
Adquiero temor al ver tu enojo
Limitas mi libertad e ilusión
Ignoras que el viento mueve la hoja
Nadie me hace razonar
Aunque yo sin tí me muera
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http://es.wikipedia.org/wiki/Kalinka
AGUR
Para una vez que intente ir con la verdad,
iba todo ilusionado y me dí cuenta de tu paripé
Llegó el verano y fui contigo a canarias,
ilusión no me falto, mucha más que con un ap
Amargura fue mi destino al saber que sólo yo te amé,
de amor fraternal no se vive y me dí contra la pared,
ilusiones locas, las que buscaba y no viví,
óscuros tramos de mi mente por ir sin red.
Sofisticadas mentes para ir todo a la mierda
Aulla, Baboso y las avispas
Erase una vez...cuando los animales hablaban.
Un día el lobo Aulla le pegó un pisotón al caracol Baboso.
-¡Animal! Cuidado que eres malo, Aulla, pisoteando a todo el mundo -dijo Baboso-. Si yo quisiese, correría más deprisa que tú. ¿Qué te apuestas a que os dejo renqueantes, sin resuello, a ti y tus amigos?
-¿Tú, pobre caracol?
-Si, yo, Aulla. Preséntate aquí mañana con tu gente al salir el sol, y ya veremos quién de los dos llega antes a la orilla del Zadorra.
-Aquí estaremos, pobre Baboso.
Y Aulla siguió su camino. Veinte pasos más adelante pisó un nido de avispas.
- ¡Animal! Cuidado que eres malo, Aulla, pisoteando a todo el mundo -dijeron las avispas-. Somos pequeñas, pero no te tenemos miedo. ¿Qué te apuestas a que te ahogamos, a tí y a tus amigos?
- ¿Vosotras, pobres avispas?
- Sí, nosotras, Aulla. Preséntate aquí mañana con tu gente al salir el sol, y ya veremos lo que tardáis en ahogaros en el Zadorra.
- Aquí estaremos, pobres avispas.
Aulla se marchó en seguida y fue a avisar a su gente.
Por su parte, Baboso dijo a las avispas:
- Amigas, reunid a todos los vuestros. Los míos no faltarán a la llamada. Ocultaros en los chopos que hay en la orilla del Zadorra. Los míos y yo os traeremos a los lobos. Caed sobre ellos en el momento apropiado y acribilladlos a picotazos hasta que se tiren todos al agua.
-¡Amigo Baboso, trato hecho!
Así pues, las avispas se marcharon para hacer lo que se les había mandado. Por su parte, Baboso colocó uno de sus hermanos cada cinco pasos hasta llegar al Zadorra.
Al dia siguiente, al salir el sol, los lobos y Baboso estaban en el lugar señalado.
- ¿Estás listo, Baboso?
- ¡Listo, lobos! ¡Adelante!
Los lobos salieron al galope. Mientras corrían, gritaban:
- ¿Dónde estás, Baboso?
-¡Estoy aquí, lobos! -gritaba siempre el caracol que estaba cinco pasos delante.
-¿ Donde estás, Baboso?
-¡Aquí estoy, lobos!
Al llegar a la orilla del Zadorra salieron de los chopos las avispas, como una nube, y cayeron sobre los lobos dándoles unos terribles agijonazos y gritando:
-¡Al pellejo!¡Al pellejo!
Los pobres lobos se tiraron al agua, de la que no se atrevian a asomar más que la puntita del morro.
-¡A la nariz!¡A la nariz!- gritaron las avispas, lanzándose contra las narices de los lobos a picotazo limpio.
Y todos los lobos se ahogaron, y los caracoles y las avispas se volvieron a su casa muy contentos. A partir de aquí no se ven lobos por el Zadorra.
